Tuvimos 2 días donde la creciente del río casi nos hizo desaparecer la anchisima playa a la que estamos acostumbrados. Así que era otro buen momento para observar los increibles colores que dejan los eucaliptos cuando tiran su corteza; o para que un niño transforme la basura del lugar en dibujitos, en el pequeño tramo de arena que quedaba.


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